Entrevista Ana Luisa Morgado, dirigente Quilapilún
“Ser mujer y dirigente es una responsabilidad que implica sacrificar su familia y casa para estar al servicio de la comunidad”
A 57 km de Santiago en la comuna de Colina se ubica la localidad de Quilapilún -tres orejas en mapudungun- y el Comité de Agua Potable Rural de mismo nombre. Puesto en funcionamiento el año 2001, el comité de agua potable rural Quilapilún beneficia aproximadamente a 500 vecinos.
Motivada por su espíritu de servicio público y la falta de agua en su comunidad a principios del 2006, Ana Luisa Morgado, comienza su trayectoria como dirigenta del Comité de Quilapilún convirtiéndose en testigo e impulsora del sueño del agua potable en su localidad. Posesionada en ese entonces en el cargo de secretaria, amplia su visión sobre la problemática y gestiona junto a los demás dirigentes del comité el funcionamiento del pozo de Quilapilún Bajo en el año 2008, el cual comienza a abastecer a Quilapilún Alto, sector con comité propio, que posterior a esto se fusiona con Quilapilún Bajo, constituyendo un solo comité. En el 2012 se deprimió el pozo que los abastecía y frente a esta emergencia el Ministerio de Obras Públicas construye a través de la Dirección de Obras Hidráulicas un nuevo pozo habilitado en marzo del 2014 que actualmente abastece a 708 personas.
¿Qué tan importante es el agua en su vida?
Bajo el concepto de que el agua es vida, es importante empoderarse de esta máxima y como dirigente hay que hacer todo lo posible para educar a la gente para que cuide el agua y para obtener mayores beneficios de este vital recurso.
¿Cómo era su vida sin agua potable?
Considero que es bueno haber tenido la experiencia de carecer de este elemento, ya que en esos momentos los seres humanos nos damos cuenta de la importancia del agua. Esta experiencia la debemos aprovechar para cuidarla y como dirigente hacer todo lo posible para tratar de ir un paso adelante para contrarrestar la falencia de agua, que muchas veces son repentinas. También es complicado en los sectores rurales, ya que el agua no solo es para el consumo humano, la gente tiene plantas, pequeños huertos, animales. Debemos saber compartir la escasa agua que tenemos.
¿Qué te motivó a ser dirigente social?
Mi espíritu de servicio público, que nació con la enseñanza de mis padres que siempre me inculcaron ayudar a las personas. Las personas que tenemos esta capacidad no claudicamos cuando tenemos que ayudar a resolver problemas tan serios como la falta de agua.
¿Cuáles son los desafíos de promover el ejercicio de la participación social al interior de su comunidad y comité?
Cuesta ser dirigente, lleva mucho tiempo en entender las normas que rigen una organización social, ver las leyes o normas que hay que considerar para que la gestión sea efectiva y apegada a las disposiciones legales. Afortunadamente el MOP comenzó ya a preparar a los dirigentes, no para que sean expertas, pero si entender administración, contabilidad y los organismos públicos con los que uno se debe apoyar para gestionar.Uno de los grandes desafíos es encantar a la comunidad, sobre todo a los jóvenes, para que se sumen en esta labor, donde aparte de cooperar con la comunidad, espiritualmente una se siente bien.
¿Qué aspectos se garantizan e incluyen en el proyecto de Ley que regulará los Servicios Sanitarios Rurales que usted considere más importantes?
A mi criterio los aspectos más relevantes del Proyecto de Ley que regulará los servicios sanitarios en áreas rurales es que las cooperativas y los comités serán los únicos que podrán operar en el territorio donde prestan servicio, esto estableciendo derechos y obligaciones. También se destaca que con la nueva ley nosotros nos haríamos cargo también del saneamiento y no sólo del agua potable como es hasta ahora, esto sería con el apoyo del Estado en cuanto a inversiones y el fortalecimiento de los comités. A su vez, se garantiza la participación de más dirigentes a través del consejo consultivo nacional y regional.
¿Cuál es su relevancia y alcance en la gestión del comité Quilapilún y en la Región Metropolitana?
En primer lugar, desde el primer momento, me di cuenta que el orden es una de las claves para gestionar, unido a la perseverancia conocimiento de los estatutos de la organización, las diferentes disposiciones legales asociadas al agua y la realidad de la comunidad. Lo anterior da los caminos que se deben seguir para conseguir el vital elemento. Pero esto debe complementarse con la disposición de las distintas autoridades del MOP que finalmente entregan soluciones y ayudan a que nuestro sacrificio tenga sentido.
¿Qué significa para usted ser dirigente y ser mujer?
Tener una responsabilidad otorgada por la confianza que deposita la comunidad en sus dirigentes, gestionar las necesidades de la comunidad y obtener logros. Como mujer uno debe sacrificar su familia, su casa y estar dispuesta para intervenir y supervisar cualquier imprevisto, a objeto de que la comunidad no interrumpa su acceso al agua potable.